sábado, 21 de mayo de 2011

- Dookie - Bitter nd Blue

Chapter 1. Dookie.

Tengo algunas fotos esparcidas sobre el piso de mi cuarto que me recuerdan los momentos que compartimos, que me hacen desear que estuvieras aquí. Ahora parece que he olvidado mi propósito en esta vida. Todas las canciones han sido borradas. Creo que aprendí de mis errores

Abre el pasado y el presente ahora y allí estaremos. Hay una historia por contar y estoy escuchando. Abre el pasado y el presente y el futuro también. Es todo lo que tengo y te lo estoy dando a ti. Cabos sueltos ahora atados que dejan un nudo en mi garganta. Tratando de olvidar esos recuerdos, encerrada en mi casa otro año más. Arrastrándome más y más hasta que mi piel esté hecha pedazos, dejándome a mí misma expuesta. Dejándome en sacrificio.

Si no tienes a nadie, y yo no tengo un lugar adonde ir… ¿Estaría bien? ¿Podría estar bien?

Toda una vida llena de planes, de sueños, una vida hecha de oportunidades y decisiones eligiendo el camino incorrecto una y otra vez, intentando levantarme pero cayendo de nuevo. Viviendo al lado de personas falsas que me hicieron tener el tiempo de mi vida pero odiando cada minuto de mi existencia.

Cuando pensaba que ya nada podía ir peor comenzaron a morir personas, unas importantes otras no tanto pero muertes al fin y al cabo, muertes que a otros, en situaciones distintas que las mías no significaban nada pero que a mí era como si me arrancaran un trozo de corazón.

Era hora de escapar de todo esto, hora de alejarme de todos esos males, de las personas que me querían ayudar, ayudarme y salvarme de los que eran de verdad mis verdaderos amigos, de los que ellos creían que me habían lavado el cerebro, por eso mismo me fui a estudiar a otra ciudad donde creí que todo iba a ser diferente, pero no fue así en absoluto; volvió a ocurrir lo de siempre. Más gente falsa, la misma sensación de estar vigilada, otra muerte y todo ¿para qué? Para acabar de sacarme el título de fotógrafa y para volver a irme a otro lugar, esta vez a California.

Todo había terminado, ya no más esperar para nada, acabar de comenzar mi vida nueva, una nueva vida llena de oportunidades, de nuevas elecciones, una vida que, al menos, acabó siendo mejor que las dos anteriores.

***

Se acercaba la hora de salir hacia el aeropuerto de Barcelona, y ahí estaba yo, sentada en el suelo de mi cuarto. Delante de lo que había sido un largo camino para conseguir lo que me había propuesto hacía mucho tiempo. Recordando cómo había comenzado todo. En mis manos tenía el comienzo, mi fotografía más antigua, la que me hizo dar cuenta de lo que quería ser, en ella salía Danny sonriendo ampliamente, sus ojos azules mostraban una gran alegría, le brillaban mucho… Sonreí al acordarme de que había estado un año enamorada de él sin que se diera cuenta, y acordándome también de cómo elegí que fuera mi modelo para una foto que necesitaba para una de mis historias.

Iba con mi cámara nueva paseando por el que era mi instituto en ese momento con una única idea en la cabeza, sacar fotos, a quien fuera, lo único que necesitaba era a un chico que se pareciera a mi personaje, y apareció él. Recuerdo que fue él quien se acercó a mí sin ninguna razón para hacerlo, solo se acercó a mí porque yo estaba en su camino. Cuando me acerqué a él nos chocamos y mi cámara cayó al suelo, rompiéndose. Me ayudó a cogerla del suelo disculpándose una y otra vez asegurándome que me iba a comprar una nueva, al final me regaló la suya vieja que ya no usaba. Luego me invitó a comer con él…

- Andrea.

Volví al presente de repente, mi madre me estaba llamando y por su cara debía de haberlo estado haciendo durante mucho rato.

- Recoge las fotos y rápido, o no llegarás a coger el tren a Barcelona.

- Voy –dije sin más dándome cuenta de la hora que era.

Una de las cualidades heredadas de mi padre era que me distraía con nada justo a la hora en la que tenía que irme a algún sitio y no llegaba casi.

Recogí todas las fotos en su correspondiente caja y me las llevé conmigo junto con mis maletas, mi cámara y mi guitarra hacia mi nuevo lugar de residencia.

Una vez sentada en el tren saqué mi mp-4 y la caja de nuevo, estuve todo el camino observando las fotos que no había revisado antes. Sonreí ampliamente al llegar a una sacada el primer año que fui a casa de mi tío en California. En ella salíamos mi tío y yo borrosos y los de detrás no, era la única que había podido recuperar de ese día ya que DiNozzo, uno con el que trabaja mi tío, había sacado fotos sin parar y en la mayoría salía gente que nadie conocía.

***

El viaje en avión fue bastante pesado como o incluso más que el primero que hice, aunque nos pusieron una película no conseguí dejar de temblar y desesperarme porque quería llegar de una vez.

Cuando puse por fin los pies en el aeropuerto suspiré con energía, recogí mis maletas y salí a la pista buscando a DiNozzo o a mi tío que habían quedado en recogerme, no los veía por ningún lado hasta que alguien al fondo con un cartel en el que ponía mi nombre llamó mi atención. Era un tipo más alto que yo, rubio y que vestía con el uniforme de campo del NCIS. Me acerqué a él como si lo conociese de toda la vida. Cuando llegué a su altura noté que era más alto de lo que yo había pensado a lo lejos, la expresión de su rostro era amable. Me sonrió cuando me paré enfrente.

- Eres Andie ¿no? –su voz también era amable.

- Sí. ¿Y tú eres…?

- McGee. Me puedes llamar Tim –agregó enseguida.

- De acuerdo, Tim. Encantada de conocerte. ¿Dónde está Gibbs?

- Me ha dicho que te lleve a su casa, enseguida irá él.

El resto del viaje en coche lo pasé mirando por la ventanilla el paisaje, apenas había cambiado desde la última vez que estuve en la ciudad, las mismas carreteras, la misma costa, casi el mismo número de gente paseando por la calle, todo igual a pesar de haber pasado casi cinco años desde la última vez.

McGee me llevó a las afueras donde vivía mi tío desde que se había mudado desde Washington, la casa se mantenía como la ciudad, igual que como la recordaba, la fachada gris, las ventanas grandes con marco blanco alrededor, y el césped tan descuidado como acostumbraba a estar, ya convencería a mi tío de arreglarlo algún día los dos juntos cuando tuviéramos fiesta.

El agente de mi tío me dejó viendo la televisión en el salón y se fue a la agencia a seguir trabajando, mi soledad duró poco. Cinco minutos después de que Tim se fuera apareció en la casa DiNozzo quién se sorprendió de verme a mí.

- Me ha traído un tal McGee –le comenté a Tony, DiNozzo, cuando se sentó a mi lado en el sofá. Me tendió una cerveza que acepté encantada -. Gracias.

- El novato. Han cambiado muchas cosas desde los últimos años.

- Ya veo.

***

Mi tío llegó a la hora de cenar, y para esa hora yo ya había deshecho las maletas, lavado los platos que estaban apilados en la fregadera y llamado a la revista a anunciar que ya había llegado.

Con Gibbs cenamos sus famosos filetes con cerveza hablando de nada y cuando acabamos cada uno nos fuimos a lo nuestro, él se bajó al sótano a construir como siempre y yo me subí a dormir ya que estaba cansada del viaje.

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